Mauricio Ayarza siempre ha sido un amante de las aventuras, un explorador incansable en busca de experiencias que lo conecten con la naturaleza y le brinden momentos de verdadera libertad.

HISTORIA Y CREACIÓN DEL NEGOCIO

Nace de un encuentro casual pero profundamente inspirador en las playas de Florida. Un día, mientras paseaba por una playa de Florida, Mauricio se detuvo a observar una escena que lo cautivó de inmediato. Una familia llegó con una bolsa grande, la colocó en el suelo y comenzó a inflarla. Mauricio, simplemente un espectador curioso, vio cómo el hombre inflaba un kayak mientras la mujer se aplicaba protector solar. Aunque poco a poco, el kayak tomó forma rápidamente. Guardaron lo que sobró en el carro, aseguraron el vehículo y pusieron la llave en una bolsa. El hombre tomó el kayak inflable y lo llevó al agua. La mujer se sentó en la parte delantera, él la empujó suavemente y luego subió detrás de ella. Juntos, comenzaron a remar hasta desaparecer de la vista de Mauricio. Esta simple pero hermosa escena despertó algo profundo en él. Se imaginó a sí mismo viviendo esa experiencia, sintiendo la conexión y la comunicación que surge entre dos personas en un kayak, el sentido de libertad, el aire fresco, el sonido del mar y las vistas espectaculares desde el agua. Esa experiencia fue tan emocionante que Mauricio no pudo dejar de pensar en ella. No se trataba solo de un negocio, sino de una pasión, de una emoción que quería compartir con otros. Así nació la idea de su empresa: ofrecer la oportunidad de conocer Costa Rica desde el agua, de disfrutar de la belleza y la paz que un kayak puede brindar. La pandemia cambió muchas cosas, y una de ellas fue la forma en que valoramos la libertad y la naturaleza. Hoy en día, muchas personas aprecian más que nunca la oportunidad de estar al aire libre, de sentir el sol y el mar. En Costa Rica, con sus aguas cálidas y accesibles durante todo el año, esta oportunidad está al alcance de todos.

LEGADO DE LIBERTAD Y AVENTURA

Mauricio vio la oportunidad perfecta para combinar su amor por la naturaleza con su deseo de compartir esta experiencia con otros. Mauricio, compartió con Luis Masanes la visión inicial de este proyecto, quién también era chileno. Aunque meses después, la pérdida de su querido amigo Luis lo afectó profundamente, también lo motivó a seguir adelante con su sueño. El logo de la empresa, inspirado en una foto tomada tres meses antes de la partida de Luis, es un homenaje a su memoria y un recordatorio de la belleza y la aventura que ambos compartieron. 

Este proyecto es más que una empresa; es una pasión convertida en realidad, un homenaje a un amigo querido, y una invitación para todos aquellos que buscan una forma de vida más plena y conectada con el entorno natural. Los hijos de Luis, Mattia y Francesco, que eran niños cuando su padre partió, ahora son jóvenes adultos que colaboran estrechamente con Mauricio y sus dos hijos, Valeria y Pablo. Sus ideas frescas y modernas complementan la experiencia y el enfoque de marketing tradicional de Mauricio, creando un equipo dinámico y equilibrado. Juntos han transformado una experiencia personal en una oportunidad para que otros descubran y se enamoren de la naturaleza.